sábado, 3 de septiembre de 2011

Gracias

Había pasado mucho tiempo desde la última vez que nos vimos.

Tú para tratar de no pensar en mi, ocupaste todo tu tiempo en el trabajo y el estudio (como mucho de nosotros) y los fines de semana a colaborar en un albergue para perros, ahí fue donde conociste a una chica muy linda que sentía el mismo amor por los animales. Se podría decir que pasaban todos los fines de semana juntos ya que tenían que ver muchos temas sobre el albergue, pero poco a poco fueron conociéndose y agradándose más.

Un día que salieron al cine, ella te confesó que le gustabas y tu te diste cuenta que te gustaba, que te agradaba estar con ella, que te divertías muchísismo y disfrutabas de su compañía. Al poco tiempo estubieron y todo te iba bien.

Yo por otro lado, seguía estudiando, trabajando, divirtiéndome algunos fines de semana y los demás la pasaba durmiendo (algo que me encanta). Cuando un día de esos me encuentro con un amigo que teníamos en común y no lo veía hace mucho, estubimos conversando de muchas cosas cuando todo se detuvo en una pregunta:

- Y vas a ir al matrimonio?
- Ah?
- Al matrimonio pues
- ¿Qué matrimonio?
- Ups, pensé que lo sabías

Ninguno de los dos dijo nada y por el silencio pude deducir de que matrimonio estaba hablando. Se iba a casar el hombre que tanto extrañaba y que me hacía mucha falta.

Llegó el día de la boda, yo caminaba de un lado para otro pensando si ir para allá o no. Me hize tantas preguntas:

- Nunca me invitó, ¿Cómo me voy aparecer asi nomas?
- ¿Para qué iría?
- ¿Qué digo?
- ¿Qué hago?
- ¿Me sentiré peor de lo que estoy ahora?
- ¿Lo pondré de mal humor?
- ¿Le gustará verme?
- ¿Arruinaré su boda?
- Si lo hago, ¿Me perdonará?
etc. etc. etc.

No había cuando terminaran mis preguntas, eran demasiadas y sólo encontraba pocas respuestas. Cuando hize un break para respirar y tranquilizarme un poco, me di cuenta que había pasado un montón de tiempo y para éstas horas ya estarían casados. Me sentí una tonta por no haber luchado por lo que quería y también un alivio por haberme quedado pensando tantas horas y así poder evitado que haga una locura, hubiese malogrado su día tan especial. Él merece toda la felicidad del mundo.

Lo último que supe de él fue que acaba de tener a su cuarto hijo, me imagino lo feliz que debe estar ¿Quién no lo estaría?. Tiene lo que siempre quizo: Una Familia (esposa e hijos). También lo que yo siempre quize: 4 hijos, para llenar mi juego de comedor (era lo que yo le decía bromeando).

Había tenido tantas emociones juntas que desperté bruscamente, abrí los ojos y me encontraba en mi habitación (como si hubiese viajado a traves del tiempo), observé lentamente todo mi alrededor y estabas descansando al lado mío. Sentí una felicidad inmensa al verte junto a mi, tenerte conmigo, que te abrazé fuertemente y cuando te di un beso despertaste.

- ¿Qué pasa?
- Nada amor, descansa
- Ok
- Sólo fue un mal sueño...

Te volvíste a dormir, y mientras yo te acariciaba y contemplaba, mis últimas palabras antes de quedarme dormida hasta la mañana siguiente, fueron:

Gracias Dios, por haberlo puesto en mi camino
y gracias a ti, por haberme elegido.


Te Amo.