Llegó el día de la fiesta y no tenía pareja pero igual no me importaba, así sola fui. Además, sabía que iría mi amiga, aunque claro, ella si tenía pareja.
Ya en el baile, todo andaba bien hasta que el maestro de ceremonia dijo las palabras que no quería oir "Todos, tomen a sus parejas...". El momento del baile había llegado y todos tomaron a sus parejas y yo parada en la pista de baile observando como los demás conseguian pareja fácilmente, todos se unian, todos menos yo. Así que para salvar la poca dignidad que me quedaba decidí marcharme y en el preciso instante que decidí irme, me topé con un joven apuesto. ¿De donde salió? - Acababa de llegar. Me dijo de una manera muy galante "¿Me concede esta pieza?" ofreciéndome su mano para tomarla.
Estuvimos conversando y riendo todo lo duró el baile, teníamos muchas cosas en común. Todo era mágico, hasta que nos cruzamos con Julissa, mi mejor amiga. Iba a presentarlos cuando Julissa reclama "A la hora que llegas". Me quedé confundida porque no sabía lo que estaba pasando y armando el rompe cabezas deduje que él era el novio de mi mejor amiga, el que no pude conocer porque me retiré temprano el día que iba a presentármelo. Así que los dejé solos para que arreglaran su problema, les dije que podía irme sola a casa y que no había problema. Cosa que así aprovechaba para ordenar mi ideas ¡Me había gustado el novio de mi amiga!
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