viernes, 4 de mayo de 2012

Ser Madre...




Es ejercer la vocación sin descanso, siempre con la cantaleta de que se laven los dientes, se acuesten temprano, saquen buenas notas, no fumen, tomen leche...

Es preocuparse de las vacunas, la limpieza de las orejas, los estudios, los novios y las novias, las palabrotas; sin ofenderse cuando la mandan a callar o le tiran la puerta en las narices, porque no están en nada... 

Es llorar cuando ve a los niños contentos y apretar los dientes y sonreír cuando los ve sufriendo.

Es servir de niñera, maestra, chofer, cocinera, lavandera, médico, policía, confesor y mecánico, sin cobrar sueldo alguno. 

Es quedarse desvelada esperando que vuelva la hija de la fiesta y cuando llega hacerse la dormida para no fastidiar. 

Es temblar cuando el hijo aprende a manejar, anda en moto, se afeita, se enamora, presenta exámenes o le sacan las amígdalas. 

Es entregar su amor y su tiempo sin esperar que se lo agradezcan. Es decir, que 'son cosas de la edad' cuando la mandan por un tubo.

Madre es alguien que nos quiere y nos cuida todos los días de su vida y que llora de emoción porque uno se acuerda de ella una vez al año: el Día de la Madre. 

El peor defecto que tienen las madres es que se mueren antes de que uno alcance a retribuirles parte de lo que han hecho. Lo dejan a uno desvalido, culpable e irremisiblemente huérfano. Por suerte hay una sola. 
Porque nadie aguantaría el dolor de perderla dos veces.

Isabel Allende.

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