lunes, 4 de junio de 2012

Juegos

Había ido a una exposición interesante la cual quedaba algo lejos, imaginé que no iría mucha gente y encontré a la persona menos pensada. Vi que al otro lado de la sala estaba mi ex mejor amigo y lo primero que hice fue salir antes que me vea, pero de nada sirvió porque lo que hizo precisamente fue ir tras de mi.

Encontré un lugar donde esconderme, detrás de los arbustos. Así que me senté entre las hojas y pude ver cuando pasó inseguro y al no verme movió la cabeza pensando que fue una ilusión o producto de su pensamiento. Esperé unos segundos para asegurarme de que se haya ido y justo cuando me estoy por levantar te vi, me preguntaste qué estaba haciendo ahí, te dije nada y te sonreí. Tú me extendiste tu mano, me ayudaste a salir de ahí y me dijiste las algo que nunca podré olvidar.

- Dejar de jugar.
- Ok, está bien. Ya no me volveré a esconder.
- No estoy hablando de eso.
- Ah ¿no? ¿entonces?
- ¿Crees que no me da celos cuando lo besas al otro?

Me quedé sonsa por unos segundos, nunca imaginé que podrías decirme eso y no se me ocurrió otra cosa más tonta que reírme. Para qué, me dijiste tonta (con toda la razón del mundo) y te diste media vuelta. Y sin saber que hacer me quedé observando como te marchabas. 

Lo siento, no tuve cara para detenerte.


1 comentario: