De todas los deportes de aventura que he practicado, esta ha sido el más difícil de todos. Fue todo un reto.
Siempre me dio curiosidad por saber cómo era y siempre quise meterme a una clase pero nunca me atreví. Hasta que llegó la hora en que dije ¡No, tengo que hacerlo! Y así fue, me inscribí a unas clases de pole dance, sin saber lo que me esperaría.
Es otra cosa, mucho más difícil de lo que se ve, complicado, duro, sacrificado, pero muy satisfactorio. No me convertí en una sexy bailarina o contorsionista por que no lo soy, tengo las piernas delgadas y flácidas, no soy para nada elástica, no voy al gimnasio, no salgo a correr; es más, ni corro ni para alcanzar el bus. Ya se imaginarán, parecía una vaca tratando de subir a un árbol. Pero después de varios intentos y dolores pude hacerlo, recobrar mi autoestima y sobre todo mi feminidad, me siento más mujer que nunca.
Aunque ahora parezca mujer maltratada por todos los moretones en las piernas.
Aja!!!!!!!!!, interesante tu blog.
ResponderEliminarQue bien q lo hiciste al fin, lo tenías en pendientes desde hace mucho tiempo.
ResponderEliminarP.d: No me he olvidado que me pronetiste una muestra de lo aprendido =P!